La variedad predominante es la Garnacha Tintorera en un 80% y el resto lo completan las variedades de Syrah, Petit Verdot, Merlot, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Macabeo y Chardonnay.
Denominada así por su pulpa coloreada y por poseer una intensidad colorante superior al resto de variedades de todo el mundo, la Garnacha Tintorera posee una gran carga polifenólica.
Elaborada en frío para no perder los aromas varietales, se obtienen vinos diferentes, que se benefician de su tanino graso y sensual, vinos novedosos de gran concentración y composición, muy densos e intensos en color, vigorosos, de color fuerte y opaco, con tonos cereza oscuro, un marcado paladar y unos aromas frutales muy vivos, potentes, plenos y frescos en boca.
Si las uvas se cultivan en suelos pobres y de poco rendimiento, los tintos pueden alcanzar una fuerza y una expresión impresionantes.
Produce excelentes vinos tintos, de ahí que algunos vinos de Garnacha estén tan cotizados.
Estos vinos sometidos a crianzas, son diferentes y espectaculares, desarrollado un bouquet original y poco conocido.